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La sesión en Diputados para tratar la nueva Ley Bases comenzó pasadas las 12.20 y con un escándalo: legisladores del oficialismo y oposición se enfrentaron, casi a los gritos, por el formato que la mayoría del cuerpo ya había acordado en Labor Parlamentaria: sin cuartos intermedios y por capítulos, no artículo por artículo.

Así, a los pocos minutos del inicio de la discusión, mientras la palabra la tenía el radical Rodrigo De Loredo, se pudieron escuchar en el recinto de sesiones palabras como “ridícula” o “calmate”. Inclusive, una legisladora pidió darle “un rivotril, que está sacada”, a la diputada entrerriana Ana Carolina Gaillard.

“Entiendo el apuro y que le quieren dar celeridad al trámite, pero ante el solo pedido de un diputado el reglamento habilita que se debata artículo por artículo”, señaló la legisladora del Frente de Todos. El destinatario fue el presidente de la Cámara Baja, Martín Menem, que pidió cortarle el micrófono.

Tras el episodio, la entrerriana publicó un descargo en su cuenta de la red social X (Ex Twitter).

“No me hago la boluda jamás. No ando a medias en la vida. Se va a votar una ley que perjudica al país y a la mayoría de los argentinos. Claro que voy a gritar para hacerme escuchar si me cortan el micrófono. Voy a denunciar hasta el final cada irregularidad. Todo el frente a nuestro pueblo. Nada a espaldas. Y los que convaliden la ley que se hagan cargo. La historia los juzgará”, expresó.“Soy vehemente y pasional. No especuló jamás. Ni cocino leyes de espaldas a mi pueblo por eso el enojo de que decidan con el aval de la Cámara de Diputados votar por capítulos sin discusión particular. Por eso Karina Banfi me grita tomá un rivotril en un acto machista y misógino lamentable de una colega se dice sorora”, mencionó luego.
Lo que debaten
En la sesión de hoy, el oficialismo aspira a lograr media sanción para la ley de Bases y el paquete fiscal. Ambas tuvieron dictamen de comisión la semana pasada y cuentan, a priori, con respaldo parlamentario suficiente para trasladar la discusión al Senado.

Será la segunda vez que el oficialismo intentará aprobar en la cámara baja la ley ómnibus, tras el ensayo fracasado durante el verano, en sesiones extraordinarias, que terminaron con una aprobación en general pero en un naufragio al momento de los votos necesarios durante la discusión en particular. Tras varias semanas de renegociación, llegó al Congreso una segunda versión, más acotada, del mismo proyecto.

Ese mismo texto de ley experimentó, además, cambios con relación al primer borrador que hizo circular la Casa Rosada entre los gobernadores para conseguir su visto bueno y, por derrame, un posterior “poroteo” de votos favorable en el recinto. Además, adjuntó un paquete fiscal, con iniciativas variopintas en términos impositivos, que dotarán al fisco nacional y las provincias de mayores recursos. Fue esa, posiblemente, la llave para destrabar el tratamiento de la ley de Bases.

El paquete de leyes introduce modificaciones a la legislación de una serie de aspectos, entre ellos cambios al régimen laboral, un listado de empresas públicas sujetas a privatización, una nueva figura para el sistema previsional. Y, en el paquete fiscal, algunas modificaciones en impuestos, junto con un nuevo blanqueo de capitales.

Entre otros puntos, la ley contempla la derogación de la moratoria previsional y crea la figura Prestación de Retiro Proporcional para aquellas personas que cumplieron 65 años y que no completaron los 30 años de aportes necesarios para jubilarse.

Por otro lado, hasta último momento se discutió en comisiones la modificación laboral que propuso el oficialismo. El cambio quedó finalmente reducido a la extensión del período de prueba, el fondo de cese laboral optativo, a determinar en los convenios colectivos de trabajo como alternativa a las indemnizaciones (de hasta 8% de las remuneraciones), y la derogación de multas por no registración laboral.

También, entre otras modificaciones, fue borrado del texto original el artículo que establecía penas de 6 meses a 3 años de prisión a quienes bloquearan empresas en el marco de pujas salariales o laborales. La limpieza de los puntos más controvertidos desde la mirada de los gremios se dio a pedido de diputados como el jefe del bloque de Hacemos Coalición Federal, Miguel Ángel Pichetto, que no quiso firmar un dictamen que tocara fibras sensibles para la CGT.
Fuente: El Entre Ríos - Infobae

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